Los padrinos

21 mayo Jesús 1 comentarios

Se dice de la gente a la que le va bien en la vida que "tiene buenos padrinos". Parece, por lo tanto, importante el momento de escoger los de un hijo. La verdad es que a nosotros no nos costó mucho elegirlos.

Por una parte la madrina: Cristina, la cuñada de Sandra. Es una persona atenta, cariñosa, amable, inteligente,... y en definitiva a la que se le pueden atribuir casi todos los adjetivos positivos que cualquiera desearía en una madrina. Pero además, ha tenido una implicación especial en este embarazo desde el principio. Ella es ginecóloga en otra ciudad, pero desde el primer momento (en realidad desde mucho antes) ha estado muy cerca de nosotros. Interesándose, sirviéndonos de guía y dándonos su segunda opinión profesional (que para nosotros muchas veces es la primera). Pero por si eso fuese poco es la madre de las dos primas que tendrá Alonso.

El padrino, en cambio, será mi hermano. Y esto creo que lo he tenido claro siempre. Su padrino, (nuestro bisabuelo Juan) murió cuando el era muy pequeño. Mi prima y yo, en cambio, compartíamos padrino: Jesús, nuestro abuelo paterno. Desde que yo era un bebé nadie le llamó nunca más 'Abuelo', ni 'Papá', ni siquiera 'Suso' o 'Jesús'. En la familia siempre fue el 'Padrino'.

Siempre recordaré el primer día que fuimos a casa del Padrino después de que nuestro bisabuelo Juan muriese. Mi hermano (que también se llama Juan) se quedó pensativo y luego rompió a llorar al darse cuenta de que era el único de los tres que no tenía padrino. Mi prima y yo hablamos un rato llamamos al padrino. Entonces ella le explicó lo que pasaba y añadió: "Paino, ¿te importa que te compartamos con Juan y así eres el paino de todos?". Nunca olvidaré la cara de felicidad de mi hermano ni como aquellas cosas derretían a todo un 'tipo duro' y veterano de guerra que era el Padrino.

Este fin de semana les preguntamos a ambos si nos harían el honor de ser los padrinos de Alonso. Ninguno se lo esperaba, pero se les notó realmente emocionados.

En la foto, mi padrino y yo en 1972.

1 comentarios :

Anónimo dijo...

No se si son las hormonas revueltas del embarazo, pero tu historia me ha conmovido.
Alonso tendrá unos padrinos de lujo. Felicidades!!!!!