Como hemos cambiado

03 abril Jesús 0 comentarios

Al parecer es un efecto secundario que se manifiesta en la casi totalidad de las futuras abuelas primerizas. Y es que desde que se enteran de que van a ser abuelas sufren constantes regresiones al pasado. Supongo que es algo similar a lo que les pasa a muchos abuelos, que no dejan de contar batallitas de la guerra, o del servicio militar si tuvieron la suerte de no vivir ninguna guerra. Las abuelas, en cambio, sufren estas constantes regresiones que les llevan hasta el momento en el que estaban embarazadas.

El fin de semana pasado mi madre sufrió una de estas en estado severo. Mientras yo escuchaba los pormenores de lo que significa ser mujer embarazada a principios de los años 70 y me ponía en su lugar, no pude evitar la comparación con el momento actual.

En los años 70 no había ecografías, por lo que eso de ver al bebé antes de nacer era una cuestión de imaginación o casi de brujería. Ahora, lo veremos por lo menos, 3 veces antes de que nazca. Y eso por no hablar de las ecografías en 3D y 4D, con las que ya le estamos buscando parecidos con la familia cuando todavía está en el vientre materno.

Cuando mi madre se quedó embarazada de mi, en el hospital le inyectaron su pis hasta a 3 ranas para finalmente confirmar que yo estaba en camino. Hoy en día se sigue usando la orina en los test caseros, pero son mucho más asépticos, y en el hospital utilizan un análisis de sangre, que es igual de efectivo pero mucho más elegante.

Hoy en día se puede saber el sexo del bebé por medio de una ecografía después de la semana 15 de embarazo, o a través de alguna prueba invasiva como la amniocentesis. En los años 70, para saber el sexo del bebé, se le miraba entre las piernas una vez que había nacido. Si lo querías saber antes tenias que recurrir a supersticiones populares como la de que si la barriga es más redonda o mas picuda.

Cuando mi madre se quedó embarazada por primera vez (de mi, por cierto), las mamás más modernas compraban la UNICA revista de esta temática del mercado: Ser Padres. Que por cierto sigue editándose y la compramos nosotros hoy en día. Bueno, compramos esa y un montón más. Que últimamente el salón de nuestra casa, entre libros y revistas, se parece más a una librería especializada (ver imagen).

Hoy en día, cuando una mujer se queda embarazada, lo primero que hacen es decirle que no coma un montón de cosas y que coma otro montón de cosas. Antes, cuando una mujer se quedaba embarazada, simplemente comía por dos.

Y esto es solo parte de la recopilación que hizo mi madre en un ratito. Que cuando lo pienso me parece increíble que mi hermano y yo hayamos venido al mundo tan sanos y digo: "Pa' habernos matao"

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