Visita al pediatra

12 octubre Jesús 4 comentarios

El pasado viernes nos tocó ir al pediatra de nuevo.

"Ahí están otra vez estos que no sabían que los bebés comen" debió de pensar. Así que lo primero que le preocupó fue pesarlo: 3290gr.

- "Muy bien. Está de maravilla" dijo sonriendo y con una cara evidente de alivio.

"Menos mal que les dije que le diesen de comer a tiempo" debió de pensar.

Luego le hicimos el interrogatorio / listadepreguntasdepapásprimerizos:

- "Le han salido unos granitos en la cara..."

-"Ni os preocupeís. Son por la lactancia. Son normales, no tienen efectos secundarios ni tratamiento. Se irán solos".

- "Y este bultito que le ha salido en el pecho...?"

- "Ese es el externón. Sirve para sujetar las costillas, entre otras cosas. Todos lo tenemos, lo que pasa es que a el se le nota más la terminación porque es un bebé"

Y así todas las preguntas que habíamos acumulado durante estos días. Con cada respuesta sentía un profundo deseo de que la tierra se abriese en canal y me tragase para dejar así de sentirme tan idiota. Tanto como hemos leído, tanta información buscada,... y ahora tengo la sensación de que hago las mismas preguntas que cualquiera que no se haya preocupado lo más mínimo.

Salimos de la consulta con una respuesta que podíamos haber aplicado a todas nuestras dudas: "Es normal" o "está bien".

Un rato después nos encontramos a alguien a quien le comentamos que habíamos llevado a Alonso al pediatra.

- "¿Os ha dado Vitamina D?"... "Pero... todos los bebés la toman"... "Es que es necesaria para evitar el raquitismo"... "Uy, uy, uy,... ¿y vosotros no preguntasteis nada?... Hay que preguntar todo cuando se va al pediatra. Que no os dé vergüenza, que es normal".

¡Que no preguntamos! Si cuando atrapan a un terrorista le interrogan con muchas menos preguntas. Lo que pasa es que no preguntamos lo que debíamos.

Una vez en casa hicimos algunas llamadas. Era cierto. Todos los niños de la gente que conocemos lo habían tomado para evitar el raquitismo. Nos contaron incluso una historia de 'terror' de un niño al que se la dieron en el biberón y no le hizo efecto. No podía dejar de imaginarme al pobre crío con 6 años y 50cm.

El lunes, sin falta, habrá que llamar al pediatra y decirle algo así como:

- "Buenos días. Somos los del viernes... Si, los de la lista de preguntas... si... esto... es que nos olvidamos una... esto... ¿le damos Vitamina D?"

La duda es: ¿nos mandará a freír espárragos antes o después de recetarnos la Vitamina D?

4 comentarios :

Anónimo dijo...

Menos cargo de conciencia y más pensar que la culpa es del médico por no haberos advertido. Al fin y al cabo el facultativo es él ¿no? Debería, por tanto, estar en todo, que al fin y al cabo él estudió medicina y vosotros otras cosas.
Pues eso. Con la cara bien alta y la voz firme.

London dijo...

Es normal que por muy documentado que estes a la hora de la verdad se te planteen un millón de duas y lo mejor que puedes ahcer es preguntarle al pediatra y quedarte tranquilo. El lo verá muy obvio pq es su dia a dia pero para los padres primerizos no es tan facil.

Si de momento no le dio vitamina D es porque no la necesita.
Besos

Patry dijo...

HOlaa Jesús!! YO nunca habia oido lo de la vitamina D hasta que nació Alba y ella no la toma, su pediatra ni siquiera me ha hablado de ella.Pero paso de preocuparme,yo tenia entendido q se las daban a los bebes de pecho.UN besooo

G dijo...

Hola, la vitamina D tiene sus indicaciones " y porque todo el mundo la toma" no es una indicación. Para nmml: si piensa que hay "culpa" y que es del médico, creo que debe madurar un poco.Habla desde la ignorancia y se nota mucho. El padre es el responsable del niño, no el médico, que no se le olvide. Un saludo y enhorabuena por el blog