Celebrando... siempre celebrando
Fuente de la imagen: aamaianos |
Hace más o menos un mes sufrimos la perdida de la bisabuela de Alonso (mi abuela materna). Hemos tratado de minimizar las expresiones de dolor en su presencia en la medida de lo posible, pero ahora me doy cuenta de que tal vez nos hemos pasado.
El otro día se celebró un funeral en su honor en la Iglesia de Santiago, en el casco histórico de A Coruña. Es una iglesia muy unida a mi familia desde siempre. Ahí nos bautizamos casi todos (incluidos Alonso y yo mismo).
Mira que hemos tenido cuidado en hacerle entender durante los dos días anteriores a donde iba. Le explicamos que había que estar serio y calladitos un rato. Parecía que lo había entendido todo a la perfección... parecía.
El caso es que antes de celebrarse el funeral estabamos hablando con el cura: que si aquí nos bautizamos todos, que si el padre Domingo tiene una pierna mal, que si la pila bautismal es la original de la iglesia,... Así, Alonso fue comprendiendo que el cura era 'amigo'.
En un momento dado el cura dijo: "bueno, parece que ya estamos todos. Si les parece bien vamos a comenzar la ceremonia". Se giró hacia el altar y fue encendiendo los cirios uno a uno.
Alonso, que es un niño muy espabilado enseguida ató cabos y convencido de lo que allí sucedía se giró hacia la audiencia desde la primera fila y comenzo a cantar:
-"¡Upeaños Feliiiii! ¡Upeaños Feeeeeliiiiii!...."
-"¡Alonso! ¿Que hemos hablado? Serios y callados"
-"No papá, mí'a: VELAS!!!.... ¡Upeaños Feliiii!..."
Al final Sandra y Alonso se perdieron la misa y las risas las dejamos para la salida.
...yo creí que lo había entendido.
1 comentarios :
Esa es la magia de los hijos pequeños, hasta en los momentos más difíciles son capaces de sacarte una sonrisa gracias a su visión desprevenida del mundo.
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