¿Guitarra o Batería? Elegir a los 3 años de edad.

29 diciembre Jesús 2 comentarios

Ese ha sido nuestro dilema estas Navidades.

En este post trataré de explicar nuestra experiencia y los porqués de nuestra decisión a la hora de elegir el regalo musical de Navidad.

La decisión estaba entre una guitarra o una batería. Por ambos instrumentos había mostrado un gran interés anteriormente.

Pues resulta que, después de estudiar las dos posibilidades he descubierto que es mucho más recomendable regalar uno que otro a los 3 años. ¿Quieres saber cual? A continuación te cuento con detalle como he tomado yo esta decisión y los argumentos que he tenido en cuenta en cada caso.



La guitarra

Parece que a Alonso le gusta tanto la música como a mi. Hace ya varios meses que dice que quiere una guitarra, por lo que he tenido el tiempo suficiente de informarme al respecto.

El pasado verano, en una de nuestras visitas de fin de semana a las jugueterías, vio una guitarra de juguete que en realidad no es una guitarra, sino simplemente un juguete. El juguete en cuestión es incapaz de emitir nota alguna. Tan solo reproduce un riff de guitarra cuando se pulsa el botón del sonido y un armónico cuando se aprieta el golpeador de la caja.

Independientemente de esto, a Alonso le hizo una ilusión tremenda a sus 2 años y medio tener una guitarra parecida a la de papá, pues (salvo en el color) imita al modelo de guitarra que yo uso.

Pasado un tiempo (creo que fue en octubre) estaba yo tocando mi guitarra y Alonso con la suya colgada imitando cada rasgueo. De pronto me interrumpe y me dice:

-"Papá, quiero una laguitara".
-"Pero tu ya tienes esta tan chula Alonso" (le contesté señalando la de juguete que tenía colgada del cuello.
-"No, pero esta no sena. ¿Ves?" y con la mano derecha rasgo las cuerdas. El sonido era de cuerdas de lata flacidas. Nada que ver con el sonido de una guitarra, la verdad.
-"Yo quero como eta" Dijo señalando la que yo estaba tocando. "Que sena mucho".


Tenía más razón que un santo. La pronunciación no sería perfecta, pero el mensaje estaba clarísimo. Así, me puse a investigar sobre el tema de guitarras para niños pequeños.

Pregunté a algunos profesores de guitarra, leí en algunos foros de expertos e incluso conseguí alguna opinión personal de un amigo que le había regalado una a sus hijas cuando tenían 3 años.

La experiencia de mi amigo fue nefasta. Compró una guitarra en Imaginarium que, según la dependienta era una guitarra real para aprender a tocar música, solo que más pequeña para adaptarla a los niños pequeños. Mi amigo (que también toca la guitarra y algo de esto sabe) se llevó una decepción cuando se dio cuenta de que esta guitarra ni era afinable ni estaba octavada
Aclaración sobre el término 'octavada':esto es que, entre una nota en una cuerda y una nota 'supuestamente' una octava más aguda en la misma cuerda no hay realmente una octava. Es decir, que cuando se supone que de un traste a otro hay un semitono, pues no es real. Y este problema, en este tipo de guitarras, simplemente no es subsanable.
En cuanto a las fuente profesionales que consulte todas me dijeron lo mismo. Hay varios productos en el mercado que se venden a partir de 3, 4 o 5 años. Algunos en jugueterías y otros en tiendas de música.

Sin embargo, todos me desaconsejaron la compra de estos. Estas guitarras no se pueden calificar de 'instrumentos', son simples juguetes. Bueno, no tan simples. Según me apuntó alguno, en algún caso pueden ser incluso contraproducentes para la educación musical del niño. Esto es debido a que el niño va a practicar con una guitarra que emite unas notas erróneas. Al final interpretará los intervalos que toca como reales y le impedirá reconocer fácilmente los intervalos reales. Esto es, que acabará acostumbrandose a unos sonidos que representan el do y el mi (por ejemplo) que no se corresponden realmente con do y mi. Cuando crezca y utilice instrumentos bien calibrados tal vez le cueste más identificarlos.

Es un poco como desaprender las cosas en vez de aprenderlas. (Como dirían en La Bola de Cristal)

La batería

Desde siempre ha demostrado un gran interés por los instrumentos de percusión. Supongo que cuando son más bebés es habitual esta tendencia, pues la sicomotricidad fina todavía no está tan desarrollada como la gruesa, y un golpe les genera un sonido mucho más preciso que la habilidad que se necesita para, por ejemplo, hacer una escala en un piano.

Sin embargo, durante el mes de septiembre noté que esta tendencia por este tipo de instrumentos. Me fijé que, aparte de un sentido del ritmo que no veía en sus amigos, ya no se limitaba a utilizar el tambor o el xilófono. Una de sus actividades favoritas consistía en coger el tambor, el bongo, los dos xilófonos,... cajas de cartón, cubos,... cualquier cosa susceptible de producir ruido al ser golpeada... y las colocaba todas juntas, en linea o en semicírculo a su alrededor. Con las baquetas del tambor, las de los xilófonos o incluso con dos piezas largas de construcción se dedicaba a hacer ritmos con los distintos 'tambores' y 'bombos' que había construido.

Lo primero que noté es que no era simplemente ruido. Inventaba un patrón y lo repetía una y otra vez. Al principio con poca precisión, pero según aumentaba la práctica se iba pareciendo más a un ritmo. La mayoría de las veces acababa bailando con el resto del cuerpo y la cabeza al ritmo que tocaba.

Otra detalle que me llamó la atención es que no solo tocaba esas baterías improvisadas, sino que con la voz 'cantaba' el sonido que el imaginaba que debía de emitir cada instrumento. Así cantaba "pum pum pa, pum pum pa, pum pum pa,..."

Hasta que un día comprendí que se había fijado en los baterías que había visto en la tele (supongo). Fue cuando estaba tocando una de estas 'baterías' caseras y tarareaba "pum pum pum pa!, pum pum pum pa!, pum pum pum pa!..." y de repente, con una baqueta da un golpe en el aire y dice "¡Pssshh!".

¡Acababa de tocar un plato imaginario!. Realmente se estaba imaginando que tocaba una batería real. Seguramente la había visto en algún video de los Cantajuego, o en algún programa de la tele. Pero estaba jugando ha repetir los movimientos de algún batería.

Le pregunté si quería tener una batería y el me dijo que quería "muchos tambores". "¿Con un plato que haga Pshhh?" le pregunte. "¡Siiii! ¡Bieeen!" me contestó.

Así fue como decidimos que el regalo musical de estas navidades sería una batería y no una guitarra.

Después de buscar vimos que las mejores opciones estaban en un modelo que comercializa Toys'r'Us y otro de la cadena Imaginarium. Aunque parecían bastante similares en precio y calidad nos decidimos por el de Imaginarium por sus acabados en metal en vez de plástico (a pesar de ser un poquito más cara).

La guitarra también vendrá, pero prefiero esperar a que sus manos sean un poco más grandes y tal vez el año que viene o el siguiente comprarle unas guitarras eléctricas 'de verdad' que lo único que tienen son menos trastes. Electrica: porque hace falta hacer menos fuerza para presionar las cuerdas y con menos trastes por que esto hace que sea más pequeña, manejable y menos pesada (entre otras cosas).

2 comentarios :

Que interesante me.ha.parecido tu póst.e.encuentro en el mismo momento. Mi.hija tiene 22 meses pero.lleva desde casi.el.principio intentando hacer música con cualquier objeto perceptible de hacer algún tipo de sonido. Ayer en.las.fiestas.del pueblo quiso q le.compraramos una guitarra española tamaño mini. No veas q emoción. Y como le.da. Esto.se.suma.a.un.timbal, xilófono, cascabeles, etc q.ya tiene.

Jesús dijo...

A la edad de tu niña les encanta experimentar con los sonidos, pero me parece buenísimo que muestre ya interés por los distintos instrumentos. Eso le facilitará muchísimo el aprendizaje de la música más adelante.

Muchas gracias por tu comentario Eugenia :)